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Cambiar el colchón cada cinco años garantiza un sueño reparador y evita inconvenientes para la salud; cuándo y por qué reemplazarlo.

De los distintos muebles de la casa, el colchón es uno de los que más tiempo se utiliza. En promedio, las personas pasan ocho horas por día descansando sobre su superficie, que puede ser de espuma o resortes. Si bien lo ideal es cambiarlo cada cinco años, muchas veces su importancia pasa desapercibida y no se le atribuye la directa relación que tiene con un descanso reparador y sus beneficios durante el día.



La vida útil de un colchón se estima entre 6 y 8 años pero depende, fundamentalmente, de la relación con los materiales, su calidad y de la contextura de quien duerme. Los materiales comienzan a desgastarse gradualmente, lo que hace que el usuario no registre anticipadamente la pérdida de confort que se va produciendo. Algunos síntomas que alertan sobre la necesidad de un cambio son que las espumas se comprimen, los resortes ceden, se vence la estructura o las telas se manchan, dejando de ser superficies de descanso higiénicas. Pero también se produce una deformación que, en principio, puede llegar a ser imperceptible pero que repercute en dolores de columna o articulares, que a largo plazo, pueden traer inconvenientes para la salud y el bienestar.



Hay que tener en cuenta los cambios metabólicos o físicos como pérdida o aumento de peso, crecimiento, embarazo, enfermedades óseas o musculares, lesiones, entre otros, que pueden hacer que un colchón que era saludable y se adaptaba a las necesidades, ya no lo sea. En este sentido, un punto importante para detectar si el colchón ya cumplió su ciclo, es prestar mucha atención a como nos levantamos. Si afecta el descanso, se hace inminente su reemplazo.



Elegir un buen colchón es elegir salud, ya que ayuda a recuperar energía, evita dolores de columna, colabora en la recuperación del sistema inmunológico, mejora la calidad de nuestro descanso obteniendo un mayor rendimiento físico e intelectual. Más allá de las características técnicas que puedan influir en el fin de la vida útil del colchón, lo más acertado es que la sensación al dormir indique que ha llegado la hora de cambiar el colchón. En este sentido, cambiar el colchón es una inversión tanto en descanso como en salud y calidad de vida.



CÓMO ALARGAR LA VIDA ÚTIL

Consejos para obtener una mayor durabilidad del colchón



  • Rotarlo cada 15 días cuando es nuevo, y luego de tres meses cada 30 días, para que las mantas de relleno se adapten por igual a nuestro cuerpo.



  • No exponer a fuentes calóricas ( no planchar sobre el colchón )



  • No sentarse en los bordes ni pararse sobre el colchón. Está diseñado para soportar el peso de manera uniforme y no el peso concentrado en un solo lugar.



  • No apoyarlo sobre una superficie que condense humedad.



  • Usar cubre colchón.



LN Casa. 18-5-13



Pautas para un Buen Descanso

PRODUCTOS  DESTACADOS
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Colchón Goma Espuma 1 Plaza
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